Lengua y Literatura CISNEROS

IES Cardenal Cisneros de Alcalá de Henares

Las funciones del lenguaje

FUNCIONES DEL LENGUAJE

Cuando transmitimos un mensaje existe siempre una finalidad. El interés que el emisor tiene cuando envía un mensaje es la intención comunicativa. Al variar ésta, varía la función del lenguaje. Existen seis funciones del lenguaje:

-Función representativa, informativa o referencial:Con ella, el lenguaje se utiliza para transmitir información sobre la realidad.  Se relaciona con la situación y se caracteriza por la objetividad.

-Función apelativa o conativa: El emisor intenta provocar una reacción en el receptor; no lingüística ni verbal, sino actitudinal: es decir, que haga algo. Se relaciona con el receptor. Los medios más frecuentes en este tipo de mensajes son los vocativos, los imperativos, las llamadas de atención…

-Función Expresiva: Relacionada con el emisor, quien pretende transmitir aspectos de su mundo interior y psíquico: emociones, sentimientos, vivencias, estados emocionales… Se caracteriza por la subjetividad, y los medios que se emplean para conseguirla son sufijos apreciativos, y algunos rasgos suprasegmentales como el tono, el volumen de la voz, la intensidad…

-Función fática o de contacto: Sirve para establecer comunicación o saber si ésta no se ha cortado. Se relaciona con el canal. Emplea fórmulas iniciales, saludos, muletillas, llamadas de atención…

-Función metalingüística: Se usa cuando la información se refiere a algún código, explicando sus significados y usos. Se relaciona con el código.

-Función poética: Intenta resaltar la forma, sorprender al receptor, no tanto por el contenido del mensaje como por la forma de decirlo. Es la función propia del arte, y por tanto de la literatura. Se caracteriza por un empleo desviado del código, fuera de lo tradicional.

9 diciembre 2009 Posted by | Aula de estudio | | Deja un comentario

Sintaxis: Cuadro de clasificación de las oraciones

CUADRO DE CLASIFICACIÓN DE LAS ORACIONES

1. Según sus componentes:

–          Oración Simple: si consta de un único verbo

–          Oración Compuesta: si consta de dos o más verbos

2. Según la naturaleza del sujeto:

–          Personal: si la oración posee un sujeto reconocible con un referente en la realidad o bien es recuperable a través de los morfemas verbales.

* Sujeto explícito: la función de sujeto aparece expresa en el seno de la oración.

* Sujeto implícito, tácito, elíptico u omitido: la función de sujeto no aparece expresa en el seno de la oración pero es recuperable a través de los morfemas de número y persona de la forma verbal.

–          Impersonal: si la oración no posee ningún sujeto reconocible con un referente en la realidad.

* Unipersonales: Aquellas oraciones en las que figuran verbos referidos a fenómenos de la naturaleza, que sólo se usan en tercera persona del singular.

* Gramaticalizadas: Se forman con los verbos ser, hacer y haber en tercera persona del singular y no admiten ningún sujeto; Ej: Hubo mucha gente en el concierto del auditorio.

* Reflejas: Se construyen con la forma se que impide la presencia de un sujeto explícito, seguida de un verbo en voz activa y en tercera persona del singular: Ej: Se ayudó a las víctimas del terremoto.

* Eventuales: Están formadas con verbos en tercera persona del plural. El sujeto es indeterminado y no se nombra porque se desconoce o no interesa expresarlo: Ej: Anuncian un cambio de tiempo.

3. Según la naturaleza el predicado:

–          Copulativa: si el verbo de la oración es un verbo copulativo ser, estar o parecer.

–          Predicativa: si el verbo de la oración es predicativo

Activa: El verbo de la oración aparece en voz activa

  • Transitiva: aparece el complemento directo expreso en la oración.
  • Intransitiva: no aparece expreso el complemento directo en la oración.

Pasiva: El verbo de la oración aparece en voz pasiva o bajo la forma de la pasiva refleja.

  • Pasiva propia: El verbo aparece en voz pasiva.
  • Pasiva refleja: el verbo aparece en voz activa precedido de un se, pero conserva la estructura básica de una pasiva propia.

4. Según la actitud del hablante:

–          Enunciativas: Afirmativas o negativas.

–          Interrogativas: totales o parciales. Directas o indirectas.

–          Exclamativas.

–          Dubitativas.

–          Exhortativas o imperativas.

–          Desiderativas u optativas.

27 noviembre 2009 Posted by | Sintaxis | | Deja un comentario

La Celestina (y 2)

LA CELESTINA (y 2)

5. Retrato de una sociedad en crisis

La obra es una magnifica pintura social de la época, con dos esferas contrapuestas; el mundo burgués, refinado, y el mundo desordenado y amoral de los criados y Celestina. Unos y otros conviven siguiendo sus propios intereses, unidos por las bajas pasiones, comunes a todos.

La Celestina muestra la transformación de la sociedad em el paso de la Edad Media al Renacimiento.

–          Se establecen nuevas relaciones entre los distintos estratos sociales: la burguesía ha alcanzado a la nobleza y el prestigio no se fundamenta en el linaje de la sangre sino en el dinero.

–          Los lazos afectivos entre criados y señores han desaparecido y su relación está teñida de un marcado carácter comercial. La codicia despierta un gran resentimiento hacia los señores.

–          Existe un nuevo código moral en donde el dinero es el único modo de pago

–          Se fometa el individualismo, el anhelo de libertad, el pragmatismo orientado al propio provecho y el afán de lucro.

6. Estilo y lenguaje

Es de una gran variedad y riqueza expresiva. En el confluyen dos registros idiomáticos:

–          Culto, ampuloso, retórico, plagado de paralelismos, expresiones latinizantes, hipérboles, antítesis, referencias históricas, bíblicas, mitológicas.

–          Coloquial, expresivo, agudo, plagado de refranes.

Los personajes emplean uno u otro registro dependiendo de la situación comunicativa y de la posición social; por ejemplo, Celestina cuida su lenguaje en presencia de los señores y pronuncia sentencias y refranes en presencia de criados y rufianes.

El diálogo es la forma de expresión más utilizada, a veces a través de largos periodos y otras al más puro estilo conversacional.

También aparecen monólogos para manifestar la vida interior de los personajes, sus pensamientos y emociones, como por ejemplo Pleberio en su parlamento final tras la muerte de Melibea,

7. Propósito de la obra

Según afirma en los preliminares, la obra fue escrita como aviso a los enamorados, que se dejan llevar por sus pasiones más carnales hasta que son conducidos a un final trágico, dejando de lado aspectos relacionados con el alma y los sentimientos. Además es una advertencia contra las tratas de las alcahuetas y de los malos sirvientes.

Fernando de Rojas pone al descubierto los vicios y deformidades de la sociedad de la época.

27 noviembre 2009 Posted by | Artículos, Aula de estudio | , | Deja un comentario

La Celestina (1)

LA CELESTINA (1)

1. Autor y género

    Junto con el Quijote es una de las obras más representativas de la literatura española. Se publica en Burgos en 1499 y su autor es Fernando de Rojas, un judío converso nacido en la Puebla de Montalbán (Toledo)

    En una primera versión, la obra consta de dieciséis actos y se titula Comedia de Calisto y Melibea. Posteriormente en 1502 aparece una segunda versión, esta vez con veintiún actos, titulada Tragicomedia de Calisto y Melibea. En los preliminares del libro podemos leer que fue Fernando de Rojas el que  encontró el manuscrito del primer acto y le dio continuidad.

    La obra presenta grandes problemas en cuanto a la delimitación del género literario al que pertenece: carece de narrador y es una obra dialogada, lo que favorece su inclusión en el género dramático, pero su extensión y las dificultades para su puesta en escena hacen que algunos críticos se inclinen por considerarla una novela dialogada.

    La mayor parte de los estudios la sitúan dentro de un subgénero dramático o, al menos, muy influido por él: la comedia humanística, creada por Tetrarca en el siglo XIV y destinada a la lectura. Sus características son; trama sencilla, temática amorosa con la participación de terceros, pintura realista de ambientes, lenguaje culto y artificioso y libertad en el tratamiento del tiempo y del espacio. La Celestina cumple todos estos rasgos, pero se diferencia de la comedia humanística en que está escrita en castellano, y no en latín e incorpora, además del culto, el lenguaje coloquial, aportando, por otro lado, un final trágico.

    2. Resumen del argumento

      El joven Calisto se enamora de Melibea. Ante el rechazo inicial de la doncella, contrata a una vieja alcahueta, Celestina, que con la ayuda de los criados, Pármeno y Sempronio, consigue la entrega amorosa de la joven. Cegada por la codicia, Celestina se niega a compartir con sus cómplices la recompensa y es asesinada por ellos, que más tarde serán ahorcados por su delito.

      Los jóvenes amantes se entregan a su pasión amorosa hasta que una caída accidental de Calisto termina con su vida. Melibea, desesperada, se suicida.

      3. Temas

        Los principales temas que trata La Celestina son éstos:

        –          El amor se muestra como una pasión incontrolada que ciega a los amante y los conduce a un final trágico. Para hablar de este amor Calisto emplea un lenguaje retórico

        –          La codicia es otra pasión incontrolable que nubla el entendimiento. Se aprecia en casi todos los personajes.

        –          La fortuna aparece, como en la poesía, como un azar ciego y arbitrario, responsable de todas las tragedias humanas

        –          La magia es utilizada por Celestina para despertar la pasión amorosa de Melibea. La sociedad de la época creía en las fuerzas ocultas de la naturaleza y también en la magia.

        –          El paso del tiempo, del que son conscientes los personajes, les empuja al goce desenfrenado del presente.

        –          La muerte carece del significado trascendente  que le dio Jorge Manrique. Es un mero final de la vida, resultado de una serie de causas encadenadas entre las que se cuenta la conducta desordenada de unos personajes que no respetan las normas sociales ni morales. En este tratamiento del tema podemos descubrir un propósito moral por parte del autor de La Celestina

        4. Personajes

          Fernando de Rojas crea en la obra una serie de personajes individualizados y con vida propia que aparecen separados en dos niveles sociales diferenciados.

          –          Clase social noble y burguesa

          A ella pertenecen los enamorados de la obra, jóvenes entregados a la pasión y al ocio.

          • Calisto, melancólico unas veces, exaltado otras, es inseguro, indolente con los criados, egoísta y amoral. Su único fin es la posesión amorosa de Melibea para lo que transgredí todo tipo de normas morales y sociales. Muere en la segunda parte de la obra, en un tonto accidente, víctima de sus propias pasiones.

          • Melibea que primero rechaza a Calisto y luego se entrega a la pasión amorosa, es audaz, apasionada, arrogante con celestina y la servidumbre y mentirosa ante sus padres para ocultar sus sentimientos. A lo largo de la obra evoluciona, pero se muestra enérgica y valiente; es una mujer llena de feminidad que se sale del canon real de la mujer medieval y renacentista, destaca por un espíritu de independencia y de autoafirmación que le conducirán al suicidio al final de la obra.

          • Pleberio, padre de Melibea, adinerado burgués, amante padre y liberal con su hija. Es partidario de que Melibea escoja a su marido futuro.

          • Alisa, madre de Melibea, severa y conservadora. Mantiene un enfrentamiento constante con su hija.

          –          Clase social trabajadora.: los criados

          • Lucrecia, criada de Melibea. Recelosa ante Celestina y desobediente con sus amos. Envidia la relación amorosa de su señora

          • Sempronio y Pármeno están vinculados a su señor Calisto por el dinero, no les mueven lazos afectivos como a los criados medievales; son falsos, desleales, cobardes y violentos y tan sólo les guía el interés y la lujuria. Tras su muerte serán sustituidos por Tristán y Sosia.

          • Elicia y Areusa, Buscan el propio beneficio y muestran su rebeldía ante la clase social dominante, Detestan a Melibea. Ambas mantienen una relación sentimental con Sempronio y Pármeno, respectivamente

          • Celestina, en medio de todos y que pone en conexión a estos dos mundos. Tiene su antecedente inmediato en la vieja Trotaconventos del Libro de buen amor. Se ha convertido en prototipo de un personaje universal: la alcahueta, medianera entre los amores de Calisto y Melibea. Dominada por la codicia, su único objetivo es conseguir beneficios. Es un personaje perspicaz, astuto, capaz de improvisar, maestra en manejar a las personas y en conseguir lo que quiere; posee  el arte de la seducción y del engaño, la habilidad para halagar y el don de la elocuencia. No goza de buena reputación aunque es muy requerida al ser capaz de realizar filtros y conjuros.

          27 noviembre 2009 Posted by | Artículos, Aula de estudio | , | 1 comentario

          La épica castellana (y 2): Otros cantares de gesta

          LA ÉPICA CASTELLANA (y 2): OTROS CANTARES DE GESTA

          Evolución de los cantares de gesta españoles

          Los cantares de gesta que viven su época e plenitud desde 1140 hasta mediados del XIII, sufren un proceso de transformación en los siglos posteriores.

          Desde mediados del sigo XIII hasta bien entrada la segunda mitad del XIV continuaron su proceso de transmisión oral  en permanente cambio, quedando abandonados muchos de ellos al perderse en la memoria de los receptores.

          Sin embargo, en esa misma época los cronistas que escribían las historias de reinados pasados se sirvieron de ellos como fuentes de información histórica.

          Los cantares de gesta aparecen, por tanto, escritos en prosa en las crónicas medievales. Así, aunque perdidos en la transmisión oral, sabemos que existieron y de qué trataban.

          Su decadencia se produce años después, en un periodo que va desde el último tercio del XIV hasta fines del XV.

          Es entonces cuando los grandes poemas dejan de interesar por su gran longitud. Los juglares ya recitan sólo aquellos fragmentos preferidos por sus oyentes y poco a poco los viejos cantares se van fragmentando al repetirse únicamente una y otra vez las partes que más interesaban.

          Aparecen de esta manera los romances, descendientes muchos de ellos de los cantares de gesta, pero más cortos, en los que se incorporan ya otros temas, estilos e intenciones.

          Métrica de los cantares de gesta

          Los poemas épicos se construían a base de series de un número indeterminado de versos monorrimos (una sola rima). Las series, llamadas tiradas, se sucedían una tras otra, cada una con rima distinta. Las rimas eran siempre asonantes y los versos no tenían una medida regular. Tendían a una estructura de versos de dieciséis sílabas organizadas en dos grupos de ocho compuestos, por tanto, por dos hemistiquios con una pausa o cesura intermedia. En realidad, la medida de los versos oscila entre las diez y las veinte sílabas, y la cesura no siempre coincide con la mitad del verso.

          El estilo épico oral

          El estilo de los cantares de gesta posee una serie de rasgos peculiares motivados por su carácter oral:

          –          Uso de epítetos épicos: “el que en buen hora nació”, aplicado al Cid. Son fórmulas fijas que destacan un rasgo del personaje para identificarlo y le acompañan siempre. Se usan de forma ritual, aplicados siempre a la misma persona.

          –          Diálogos y utilización del estilo directo. Su inserción aportaba cercanía y realismo a los personajes y dramatizaba la recitación.

          –          Llamadas de atención a los oyentes para implicarlos en la historia: “bien oiréis lo que dirá”

          –          Invocaciones al cielo: “Grado a Dios Padre, que estás en lo alto”

          –          Uso de expresiones deícticas o señaladotas para ayudar a visualizar las escenas remitiendo al contexto: “Allí vierais tantas lanzas”

          –          Uso de paralelismos en las enumeraciones descriptivas

          –          Parejas de palabras o de elementos sintácticos: “muy fuertes y duras son”

          –          Uso variado y libre de los tiempos verbales: el juglar alterna el pretérito perfecto simple propio de la narración con verbos en presente que le sirven para hacer más gráfica y cercana la acción que está contando.

          Los ciclos de la épica castellana

          Además del Cantar de Mio Cid, hubo otros poemas épicos en nuestra literatura, aunque muy pocos se han conservado por su transmisión oral.

          Tenemos noticia de algunos de forma indirecta, gracias a relatos en prosa. De otros conservamos un pequeño número de versos: Cantar de Sancho II y el cerco de Zamora, Cantar de los siete infantes de Lara, Cantar de Roncesvalles, Cantar de la campana de Huesca…

          El último poema épico español es el Cantar de las mocedades de Rodrigo, del siglo XIV.

          27 noviembre 2009 Posted by | Artículos, Aula de estudio | | Deja un comentario

          La épica castellana (1): El Cantar de Mío Cid

          LA ÉPICA CASTELLANA (1): EL CANTAR DE MÍO CID

          El mester de juglaría

          En la misma época en que el pueblo medieval está creando su folclore, va poco a poco identificando a sus héroes. Sus hazañas son escuchadas en boca los mismos juglares que recorrían las plazas cantando y recitando las pequeñas cancioncillas líricas.

          La poesía épica, a diferencia de la lírica, no surge del pueblo de manera espontánea. Se adecua más al mundo de los caballeros y representan fielmente sus gustos y maneras de entender la vida.

          Los poemas épicos o cantares de gesta

          Los cantares de gesta son poemas tradicionales compuestos para ser cantados o recitados con acompañamiento musical., son, por tanto, anónimos. Narran historias épicas, las grandes gestas de  de épocas pasadas y acompañan al despertar de la conciencia nacional de los pueblos; por eso los héroes se hicieron pronto populares, porque el pueblo se identificó con ellos enseguida.

          Tal como hoy los conocemos, los cantares de gesta surgieron en Francia en el siglo XI. En ellos se distinguen dos grupos temáticos: uno sobre Carlomagno y los doce pares de Francia y el otro de la llamada “materia de Bretaña”: la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda. El cantar de gesta francés más conocido es La canción de Roldán, perteneciente al primer grupo y que narra la muerte del héroe en la batalla de Roncesvalles.

          El oficio de juglar

          El mester de juglaría es  el “menester”, el oficio de juglar, el de quien recorría calles y plazas divirtiendo a la gente con sus habilidades y con la recitación de historias. Entre ellas ocupaban una parte sustancial los cantares de gesta o poemas épicos. Esta escuela de juglares surge en el siglo XII y se prolonga durante el XIII, hasta el siglo XIV.

          El Cantar de Mio Cid

          El Cantar de Mio Cid es el gran poema épico español, el más importante y extenso, el más antiguo de los conservados y el único que ha llegado hasta nosotros casi completo.

          Algunas investigaciones sitúan la fecha de composición hacia finales del XII o principios del XIII; otras la sitúan en torno a 1140. El texto conservado es de fecha posterior, de 1207, cuando un tal Per Abbat puso por escrito lo que durante años se había transmitido de boca en boca. Gracias a él hoy en día conocemos el texto, pues seguramente se hubiera perdido como los demás poemas épicos de la península. El manuscrito que hoy conservamos es una transcripción de la copia de Per Abbat y data del siglo XIV.

          Autoría

          El Cantar es de autor anónimo. Según muchos estudiosos se advierte la mano de dos juglares de tierras de Soria: uno de San Esteban de Gormaz y otro de Medinaceli.

          El primero compuso sus versos hacia 1120, poco después de la muerte del personaje histórico del Cid (1099). Escribió las dos primeras partes de en que se divide el poema. Es el autor de la idea y del plan general de la obra. Presenta al personaje y sus hazañas de forma heroica, magnificándolo. Sin embargo, es más realista, menos fantasioso que el otro juglar. Es lógico que fuera así, ya que en el momento de componer su obra todavía estaba reciente el recuerdo del Cid, personaje histórico, así que él sólo tenía que cantar las hazañas que muchos recordaban.

          El segundo juglar, el de Medinaceli, reformó el poema y añadió un tercer cantar años después, hacia 1140, cuando el Cid literario empezaba a ser más real para la gente que el Cid histórico. A él se le atribuyen los rasgos más novelescos pues inventó sucesos irreales y exageró las bondades del héroe y la maldad de sus enemigos.

          Argumento y estructura

          El texto exalta la figura del héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Su unidad argumental se estructura en tres partes o cantares:

          –          Cantar del destierro: comienza con la salida del Cid de Vivar, desterrado por Alfonso VI y la despedida de su mujer y sus dos hijas. En su destierro se le van uniendo caballeros. Gana varias batallas a los árabes y hace prisionero al conde de Barcelona. Tras cada victoria, el Cid envía al rey regalos con el fin de ser perdonado, mientras el guerrero se va enriqueciendo con los botines de guerra.

          –          Cantar de las bodas: el Cid conquista Valencia y consigue el perdón de Alfonso VI, quien, además, le pide que case a sus hijas con los infantes de Carrión. El Cid recela de este casamiento, pero al final lo consiente. Acaba con una referencia a los dos años que pasa con los infantes de Valencia.

          –          Cantar de la afrenta de Corpes: el poema entra aquí en su parte más novelesca y fantasiosa. Comienza mostrando la cobardía de los infantes y las burlas que éstos reciben por parte de los hombres del Cid; por ello deciden vengarse. Emprenden la vuelta a Carrión y en el robledal de Corpes azotan y abandonan a sus esposas. Ante esta afrenta, el Cid pide justicia al rey, quien convoca cortes en Toledo para juzgar a los infantes. Vencidos estos en duelo por los hombres del Cid, termina el Cantar con el nuevo casamiento de sus hijas, esta vez con los infantes de Navarra y Aragón. Esto supone el gran triunfo del Cid, quien no sólo recupera la honra perdida, gracias a su conducta ejemplar y su comportamiento heroico, sino que también queda emparentado con las familias reales más prestigiosas de la Península

          Temas

          Se desarrolla en el texto dos temas fundamentales: de un lado la lucha del Cid, guerrero y vasallo, para sobrevivir, conquistar honores y recuperar el favor real; del otro, el esfuerzo del héroe, padre y esposo, para proporcionar a los suyos una posición desahogada y un futuro honorable. El afán del Cid por el cumplimiento de estos dos objetivos vertebra el entramado del relato y confiere sentido a las acciones y diálogos que va desgranado el juglar.

          27 noviembre 2009 Posted by | Artículos, Aula de estudio | , | Deja un comentario

          Esquemas (4): Literatura manierista y barroca (siglo XVII)

          PRINCIPALES MANIFESTACIONES LITERARIAS DEL BARROCO

          S. XVII

          POESIÁ LÍRICA CULTA –          Culteranismo o gongorismo: predominio de la forma sobre el fondo. Lenguaje preciosista y complicado, lleno de cultismos, hipérbatos, metáforas…

           

          ● Luis de Góngora: Soledades, Fabula de Polifemo y Galatea

          –          Conceptismo: predominio del fondo sobre la forma. Emplea juegos de palabras, ironías, antítesis, metáforas ingeniosas…

          Francisco de Quevedo: Sonetos. Escribe poesía amorosa, satírica, política y moral

          –          Equilibrio entre corrientes: Lope de Vega: Rimas del licenciado Tomé de Burguillos

          POULARIZANTE NARRATIVA Romancero nuevo: Lope de Vega, Góngora, Quevedo

           

          LÍRICA Lope de vega, Góngora…

           

          PROSA NARRATIVA –          Novela corta, de carácter sentimental: Lope de Vega, Novelas a Marcia Leonarda

           

          –          Novela picaresca: –          Mateo Alemán: Guzmán de Alfarache

           

          –          Francisco de Quevedo: El Buscón

          DOCTRINAL Baltasar Gracián: El criticón
          TEATRO Lope de Vega propone una nueva forma de escribir teatro en El arte nuevo de hacer comedias

           

          –          Mezcla personajes y sucesos cómicos y trágicos

          –          Rechaza la regla de las tres unidades (tiempo, acción y espacio)

          PRINCIPALES AUTORES –          Lope de Vega

           

          –          Tirso de Molina

          –          Calderón de la Barca

          –          Peribáñez y el comendador de Ocaña

           

          –          Fuenteovejuna

          –          El perro del hortelano

          –          El caballero de Olmedo

          –          El castigo sin venganza

          –          El burlador de Sevilla (tema del Don Juan)

           

          –          El condenado por desconfiado

          –          La vida es sueño

           

          –          El alcalde de Zalamea

          –          El granteatro del mundo (auto sacramental de tema religioso)

          27 noviembre 2009 Posted by | Aula de estudio, Esquemas | , | Deja un comentario

          Esquemas (3): Literatura renacentista (siglo XVI)

          PRINCIPALES MANIFESTACIONES LITERARIAS DEL RENACIMIENTO

          S. XVI

          POESÍA POPULAR

           

          Y POPULARIZANTE

          NARRATIVA

           

          –          Romancero viejo (últimas manifestaciones)

           

          –          Romancero nuevo (composiciones anónimas y firmadas)

          LÍRICA –          Cancionero general de 1511 (composiciones anónimas y firmadas)

           

          CULTA LÍRICA Reinado de Carlos V (primera mitad del XVI) –          Poesía petrarquista

           

          –          Poesía castellana antipetrarquista

          –          Garcilaso de la Vega (Sonetos, églogas…)

           

          –          Juan Boscán

          –          Cristóbal de Castillejo

           

          Reinado de Felipe II

           

          (segunda mitad de XVI)

          –          ­Poesía petrarquista: Fernando de Herrera

           

          –          Poesía ascética, filosófica y moral: Fray Luis de León, Odas

          –          Poesía mística San Juan de la Cruz : Cántico espiritual, Noche oscura del alma

           

          Santa Teresa de Jesús

          PROSA NARRATIVA IDEALISTA

           

          –                    Novelas sentimentales: Diego de San Pedro, Cárcel de amor

           

          –                    Libros de caballería: Garci Rodríguez de Montalvo , Amadís de Gaula

          –                    Novelas pastoriles: Jorge de Montemayor, La Diana

          –                    Novelas moriscas: Historia de Abencerraje y de la hermosa Jarifa

          –                    Novela bizantina: Miguel de Cervantes, Los trabajos de Persiles y Segismundo

          REALISTA

           

          –                    Novela Picaresca: Lazarillo de Tormes (1554)

           

          –                    Novela total: Miguel de Cervantes, El Quijote, (1605 y 1615)

          –                    Novela corta: Miguel de Cervantes, Novelas ejemplares

          RELIGIOSA –          Santa Teresa de Jesús: Las moradas, Libro de la vida

           

          TEATRO CORTESANO –          Bartolomé Torres Naharro: Soldadesca

           

          –          Gil Vicente: Tragicomedia de don Durados

          –          Juan de la Cueva. Tragedias

          POPULAR –          Lope de Rueda, Pasos, influido por la Commedia dell’arte y los cómicos de la legua. Teatro breve para ser representado en los entreactos

           

          –          Miguel de Cervantes: Ocho comedias, Ocho entremeses


          [1] Poesía popularizante: Poesía de autores cultos que imita temas, motivos y formas populares

           

          27 noviembre 2009 Posted by | Aula de estudio, Esquemas | , | Deja un comentario

          Esquemas (2): Literatura prerrenacentista (siglo XV)

          PRINCIPALES MANIFESTACIONES LITERARIAS DEL PRERRENACIMIENTO

          S. XV

          POESÍA LÍRICA CULTA

          Poesía de cancionero, heredera de la poesía trovadoresca provenzal

          –          Marqués de Santillana

          Sonetos fechos al itálico modo

          Serranillas

          –          Juan de Mena

          Laberinto de Fortuna o Las trescientas

          –          Jorge Manrique

          Coplas a la muerte de su padre

          POPULAR Villancicos y canciones castellanas

           

          NARRATIVA POPULAR Romancero viejo, romances procedentes de los cantares de gesta del mester de juglaría –          Moriscos o fronterizos

          –          Bretones

          –          Carolingios

          –          Épicos

          –          Lírico-novelescos

          –          Históricos o noticieros

          TEATRO RELIGIOSO Gómez Manrique, Representación del nacimiento de Nuestro Señor
          PROFANO –          COMEDIA HUMANÍSTICA: Fernando de Rojas, La Celestina o Tragicomedia de Calisto y                Melibea. (1499)

           

           

          –          CORTESANO

          –          Lucas Fernández

          –          Juan del Encina, Églogas

           

          27 noviembre 2009 Posted by | Aula de estudio, Esquemas | , | Deja un comentario

          Esquemas (1): Literatura medieval (siglos XI-XIV)

          PRINCIPALES MANIFESTACIONES LITERARIAS DE LA EDAD MEDIA

          S. XI-XIV

          POESÍA LÍRICA POPULAR –          Jarchas mozárabes (s. XI-XII)

           

          –          Cantigas de amigo gallego-portuguesas (s. XIII-XIV)

          –          Villancicos y canciones castellanas (s. XIV-XV)

          CULTA –          Lírica gallego portuguesa (s. XIII- XV)

           

          –          Poesía trovadoresca. (s. XII- XIV).

          –          Canciones de amigo

           

          –          Canciones de escarnio y maldecir

          – Cançó catalana provenzal
          NARRATIVA POPULAR –          Mester de juglaría

           

          –          Cantares de gesta, hoy perdidos (s. XII-XIV)

           

          –          Cantar de Mio Cid ( s. XIII), dividido en Cantar del destierro, Cantar de las bodas y Cantar de la afrenta de Corpes

          CULTA –          Mester de clerecía

           

          –          S. XIII. Gonzalo de Berceo, Milagros de Nuestra Señora

           

          –          S. XIV. Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, Libro de buen amor

          PROSA NO LITERARIA S. XIII. Alfonso X el Sabio Histórica: General Estoria; Crónica General

           

          – Jurídica: Las siete partidas

          – Científica: Lapidario

          – Lúdica: Libro de Ajedrez

          LITERARIA

           

          NARRATIVA

          S. XIV. Don Juan Manuel El Conde Lucanor. Prosa con intención didáctica. Es una colección de cuentos al uso de la Edad Media
          TEATRO RELIGIOSO –          Tropos (breves textos en latín sobre la vida de Jesús)

           

          –          Auto de los Reyes Magos (s. XII)

          27 noviembre 2009 Posted by | Aula de estudio, Esquemas | , | 2 comentarios

          EDGAR ALLAN POE (y 3): LA CARTA ROBADA

          EDGAR ALLAN POE (y 3): LA CARTA ROBADA

          Edgar Allan Poe publicó La carta robada (The Purloined Letter) en diciembre de 1844 en The Gift for 1845. Es la tercera y última historia en la que aparece el detective Auguste Dupin y forma, de algún modo, una unidad con los otros dos cuentos analíticos.

          En La carta robada asistimos a un caso especial para Dupin: a un importante personaje de la vida política de París le han robado una carta comprometedora y se halla bajo la amenaza de que el contenido será revelado si no se aviene con la persona que la ha robado. Lo curioso es que la policía registra de arriba a abajo la casa del supuesto ladrón, la ponen patas arriba, pero no encuentran ni rastro de la carta.

           

           

          En cambio, Dupin no sólo encuentra la carta robada a la primera, sino que la recupera y la amenaza queda neutralizada. Dupin usa para ello su solo instinto y sus dotes de fino observador, así como su agudeza mental y deductiva. La solución estaba a la vista de todos, pero sólo Dupin fue capaz de verla.

          Es ésta una historia singular que demuestra que a veces no somos capaces de ver lo más obvio, aquello que tenemos delante de nuestras narices. Para Poe y para muchos de los críticos de sus cuentos analíticos o policiacos, ésta es precisamente su mejor historia, porque es la más sencilla y la más deslumbrante, la que encierra una solución más sorprendente. De las tres historias es, sin duda, la menos truculenta, la que nos parece más verosímil y posible.
          Hay, sin embargo, quien le ha criticado a Poe la solución que da, ante la imposibilidad de que Dupin descubriese la carta a simple vista, pero mucho más criticable es la solución a la historia de Los crímenes de la Rue Morgue. Los tres son excelentes cuentos policiales, que merecen más de una lectura, porque poseen todos los ingredientes de una historia atractiva: la acción, el personaje del detective, el enigma aparentemente irresoluble y la fulgurante solución final.
          Como siempre, en La carta robada el detective aficionado (Dupin) supera al profesional, quedando éste en ridículo. Esta será una constante en la novela policiaca hasta la aparición de figuras de policías profesionales como el Comisario Maigret o el inspector Wallander, que son cualquier cosa menos estúpidos funcionarios burocráticos, aquellos que satiriza y critica Poe en sus cuentos.
          Os dejo con la lectura de La carta robada, para que disfrutéis de su sencillez, de su lógica y de la aguda solución que Dupin, y Poe con él, nos ofrecen para un caso aparentemente irresoluble. Espero que os guste tanto como las otras dos historias. Sin duda, merece la pena que leáis las tres para comprobar que Poe no sólo es un maestro del cuento policial, sino un artesano insuperable en el arte de la narración a secas.

          24 noviembre 2009 Posted by | Artículos, Novelas policíacas, Poe, Reseñas de libros | Deja un comentario

          Modelos de examen-3º ESO

          LENGUA Y LITERATURA. 3º ESO

          Apellidos y nombre_________________________________ Fecha_________ Curso 2008-2009

           

          1. Lee el siguiente texto y contesta a las preguntas que se proponen:

          Se denomina azúcar a la sacarosa, también llamado azúcar común o azúcar de mesa. La sacarosa es un disacárido formado por una molécula de glucosa y una de fructosa, que se obtiene principalmente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera.

          En cambio en ámbitos industriales se usa la palabra azúcar o azúcares para designar los diferentes monosacáridos y disacáridos, que generalmente tienen sabor dulce, aunque por extensión se refiere a todos los hidratos de carbono.

          El azúcar puede formar caramelo al calentarse por encima de su punto de fusión, especialmente en presencia de compuestos amino (Reacción de Maillard).

          El azúcar es una importante fuente de calorías en nuestra dieta alimenticia.

          a)              Resume el contenido del texto. Propón un tema e indica la idea principal y la idea secundaria.

          b)              Comenta la estructura del texto.

          c)              Expón de qué tipo de texto se trata y clasifícalo.

          d)             Localiza los recursos lingüísticos propios de este tipo de texto y explícalos.

          LENGUA

          1. Analiza sintácticamente las siguientes oraciones y establece su clasificación.

          a)      El público de la sala se enfureció con la actuación pero pagó el espectáculo.

          b)      El río bajará turbio en algunas zonas de su cauce.

          c)      La propuesta fue declarada improcedente por los miembros de la asamblea y no se aprobó.

          1. Divide las siguientes palabras en sus componentes morfológicos e identifica el  procedimiento de formación de que se ha empleado:

          a)      sietemesinos

          b)      interescolares

          c)      los limpiaparabrisas

          d)     flechazo

          LITERATURA

          1. Asocia a cada uno de estos términos un género, un autor, una obra y una fecha. Explícalos  brevemente en los casos en lo que sea necesario:

          Cantar de Mio Cid; Don Juan Manuel; novela picaresca; La Celestina; Poesía petrarquista; Conceptismo; La vida es sueño; San Juan de la Cruz

          1. Comentario de texto: Lee el siguiente fragmento y contesta a las preguntas propuestas.

          Paseábase el rey moro
          por la ciudad de Granada,
          desde la puerta de Elvira
          hasta la de Vivarambla
          Cartas le fueron venidas
          de que Alhama era ganada.
          Las cartas echó en el fuego,
          y al mensajero matara.
          Descabalga de una mula
          y en un caballo cabalga;
          por el Zacatín arriba
          subido se había al Alhambra.
          Cuando en el Alhambra estuvo,
          al mismo punto mandaba
          que se toquen sus trompetas,
          sus añafiles de plata.
          Y que las cajas de guerra
          aprisa toquen el arma,
          porque lo oigan sus moros,
          los de la Vega y Granada.
          Los moros, que el son oyeron,
          que al sangriento Marte llama,
          uno a uno y dos a dos
          juntado se ha gran batalla.
          Allí habló un moro viejo,
          de esta manera hablara:
          -¿Para qué nos llamas, rey?
          ¿Para qué es esta llamada?
          -Habéis de saber, amigos,
          una nueva desdichada:
          que cristianos de braveza
          ya nos han ganado Alhama.
          Allí habló un alfaquí,
          de barba crecida y cana:
          -Bien se te emplea, buen rey,
          buen rey, bien se te empleara
          -Mataste los Bencerrajes,
          que eran la flor de Granada;
          cogiste los tornadizos
          de Córdoba la nombrada.
          Por eso mereces, rey,
          una pena muy doblada:
          que te pierdas tú y el reino,
          y aquí se pierda Granada.

          CONTENIDO

          a) Propón el tema del texto y resume su argumento.

          b) Establece y comenta la estructura interna.

          c) Analiza los personajes que aparecen en el fragmento. Caracterízalos,

          clasifícalos y comenta las relaciones que se establecen entre ellos.

          d) ¿En qué ciclo temático enmarcas el texto? Justifica tu respuesta.

          FORMA

          e)      Caracteriza el narrador y punto de vista.

          f)       Análisis métrico del poema.

          g)      Recursos literarios: Figuras, lenguaje (verbos, sustantivos, adjetivos) y estilo. Indica además las características propias de este tipo de texto

          LOCALIZACIÓN

          i) Sitúa el texto dentro de un, un género, un autor, una época. Argumenta todas tus respuestas con ejemplos del texto

          19 noviembre 2009 Posted by | Modelos de examen-3º ESO | Deja un comentario

          EDGAR ALLAN POE (2): EL MISTERIO DE MARIE RÔGET

          EDGAR ALLAN POE (2):
          EL MISTERIO DE MARIE RÔGET

          Edgar Allan Poe (1809-1849) continuó con las aventuras de su detective analítico, Charles Auguste Dupin, en el cuento titulado El misterio de Marie Rôget (The Mistery of Marie Rôget) , que fue publicado por primera vez en la revista Ladies’ Companion en tres episodios: en noviembre y diciembre de 1842 y febrero de 1843.

          El cuento se basa en una historia real, en la desaparición de una joven llamada Mary Cecilia Rogers, que fue asesinada en las inmediaciones de Nueva York, luego fue hallada ahogada en las riberas del río Hudson y cuya muerte aún no había sido aclarada cuando se publicó el relato de Poe. El autor norteamericano cambió el nombre de Mary Cecilia Rogers por el de Marie Rôget, cambió el río Hudson por el Sena y situó la acción en París, en lugar de Nueva York. Además, presenta los hechos como una consecuencia de Los crímenes de la Rue Morgue.

          Ya dijimos en la anterior entrada dedicada a Poe que Dupin no es un hombre de acción, tal y como son otros detectives como Sherlock Holmes, Sam Spade o Philip Marlowe. Dupin encarna la pura reflexión, el intelecto en marcha, el cerebro razonador llevado a sus últimas consecuencias. En ningún relato mejor que en éste se ve a ese Dupin reflexivo, contemplativo y dedicado de lleno a sus análisis científicos. En efecto, porque lo más novedoso de esta historia reside en el hecho de que Dupin resuelve el misterio sin salir de su casa, basándose en las deducciones que efectúa a través de la lectura de los periódicos. Hoy esto podría parecernos imposible, pero dado que en la época apenas existían otros medios de comunicación que no fueran los de la prensa escrita y que estos contenían muchas más informaciones que ahora, podemos aceptar como posible que un hombre con una capacidad analítica tan extraordinaria como Dupin pudiera averiguar la verdad del caso de Marie Rôget solamente leyendo los periódicos.

          Poe se identifica plenamente con Dupin en este relato, mucho más de lo que lo había hecho en Los crímenes de la Rue Morgue, aunque debemos conceder que su primer relato policiaco sea superior a éste, sobre todo en su componente macabro y en su sorprendente efecto final. En la historia de Marie Rôget, Dupin va desmenuzando los hechos conforme avanza en la lectura de varios periódicos franceses, que se corresponden con periódicos norteamericanos de la época: así, en la versión ‘francesa’ de la historia, el periódico L’Étoile se basa en el The New Yorker Brother Jonathan; el diario Le Commerciel está basado en el New York Jounal of Commerce; el semanario Le Soleil es un trasunto del Philadelphia Saturday Evening Post; el diario Le Moniteur se basa en el auténtico The New York Commercial Advertiser; Le Mercure está pensado basándose en el New York Herald y así con todos los periódicos y semanarios que va leyendo y analizando Dupin.

          Al igual que con Los crímenes de la Rue Morgue el lector nos permitirá que no demos el más mínimo detalle acerca de los razonamientos de Dupin, ya que esto impediría que se acercase a la lectura del cuento de Poe, que es al fin y al cabo lo que pretendemos con estso breves apuntes. Sí podemos decir que su lectura no defraudará a los lectores más exigentes y que posee indudables alicientes como para aproximarse a su conocimiento con el mayor de los intereses. Sólo podemos dejar al lector con la imagen del cuerpo de Marie Rôget flotando en el río Sena, con la incapacidad de la Policía francesa para desvelar el crimen y el acertado, filosófico y científico análisis de los hechos realizado por Auguste Dupin a través de los periódicos.

          Antes de cerrar este breve comentario acerca del segundo cuento analítico o policial de Poe, debemos señalar que esta estructura del ‘detective que resuelve el misterio encerrado en su habitación’ tuvo varios continuadores insignes, al igual que ocurrió con los ‘problemas del recinto cerrado’. Los más destacados de ellos se encuentran en las novelas de Rex Stout, creador del célebre detective Nero Wolfe. Wolfe es un hombre extremadamente obeso y glotón, aficionado a beber cerveza y a comer desmesuradamente que, debido a su gordura, se ve obligado a solucionar muchos de los casos que se le presentan sin salir de casa, al igual que Dupin en esta historia.

          Otro de los detectives que se asemejan a este Dupin ‘inmóvil’ es Don Isidro Parodi, personaje creado por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. El señor Parodi es el clásico argentino que sufre la fatalidad de estar encerrado en una prisión acusado de un crimen que no ha cometido pero no puede demostrar su inocencia. Entre los muros de la prisión, don Isidro Parodi ha engordado, pero su intelecto no ha enflaquecido y muchos de sus amigos le plantean pequeños enigmas que él resuelve, evidentemente, sin salir de su celda. Así podemos leerlo en el volumen titulado Seis Problemas para don Isidro Parodi, que demuestran el enorme ingenio de Borges y Bioy Casares y las notorias influencias de maestros de la narración policial como el propio Poe, Conan Doyle o Chesterton.

          Dejaremos que los lectores disfruten de la entretenida y asombrosa lectura de la excelente historia contenida en El misterio de Marie Rôget, o de cualquiera de las otras narraciones mencionadas en este apunte, para que pueda comprobar por sí mismo la altura literaria de los cuentos policiales de Poe y su vasta y ejemplar influencia en los escritores que le siguieron.

          18 noviembre 2009 Posted by | Artículos, Novelas policíacas, Poe, Reseñas de libros, Varios | Deja un comentario

          El arte narrativo de Pedro Antonio de Alarcón (y 2)

          EL ARTE NARRATIVO DE ALARCÓN (y 2)


          El Escándalo (1875) es una de las novelas de Alarcón que más éxito tuvo en su día. Por desgracia, hoy permanece olvidada del gran público y sólo le prestan atención los que estudian la obra del escritor granadino o algún aficionado atraído por su firme, ligera y entretenida prosa novelística.


          Como anécdota, cabe decir que esta novela significó mucho para Alarcón, pero no sólo por el éxito que tuvo en su tiempo, sino porque la escribió tras la muerte de un hijo suyo, con lo que eso debió dolerle, ya os imagináis.Esta novela consta de ocho libros (sé que lo que voy a hacer es aburrido, pero puede ser de interés para los que deseen leer esta excelente novela); esos libros son:

          I. Fabián Conde; II. La historia del padre de Fabián; III. Diego y Lázaro; IV. Quién era Gabriela; V. La mujer de Diego; VI. La verdad sospechosa; VII. El secreto de Lázaro; y VIII. Los padrinos de Fabián.
          El protagonista es, claro está, el personaje de Fabián Conde, joven crápula y juerguista de pasado deshonroso, por culpa de una presunta traición hecha por su padre en la última guerra carlista. Fabián Conde, conde de la Umbría, acude a confesarle su historia al jesuita Padre Manrique: su amistad con otros dos jóvenes de pasado borroso, Diego y Lázaro; su ruptura con el último por culpa de la fraudulenta rehabilitación de la memoria del padre de Fabián; su amor por la joven y purísima Gabriela, que acaba en un convento hasta que comprueba el verdadero amor que Fabián le profesa.
          Es una novela sobre relaciones tumultuosas, desgraciadas y llenas de «escándalo» (escándalo para la época, claro; hoy cualquier culebrón, real o ficticio, supera a esta novela en ‘escandalosidad’). En ella se observa cómo es necesaria la catarsis o purificación de Fabián para que alcance la felicidad.

          Por las descripciones, realistas y prototípicas, Alarcón se acerca a la narrativa de técnica realista, propiamente decimonónica, aunque aún conserva ciertos toques costumbristas, propios más bien del romanticismo.

          Algunos procedimientos narrativos usados con gran maestría por Alarcón son: la suspensión de la acción narrativa y del diálogo al final de una parte o de un capítulo para aumentar el suspense (como en el capítulo V); la alternancia de narración y diálogo, siendo éste abierto, pues muchas veces se deja a los personajes con la palabra en la boca; la emotividad, expresividad, sensorialismo y subjetivismo; el recurso a finos toques de humor; la desmedida afectación en el discurso de algunos personajes; la ralentización del tiempo y el rápido desenlace final (los seis primeros libros transcurren en ¡tan solo seis horas!), etc, etc.

           

          El Capitán Veneno (1881), en cambio, es una novela bien distinta. Trata del amor de un soldado fanfarrón (arquetipo clásico, desde el Miles gloriosus de los autores latinos, como Plauto, hasta el Barón Münchausen) que es herido en un tiroteo y salvado por Angustias, quien cuida de él.


          Pero resulta que Álvaro Veneno es un auténtico, total y absoluto misógino, con lo que el choque entre ambos estaba más que cantado. Sin embargo, él se va enamorando de ella, como tampoco podía ser de otra forma, y todo termina felizmente, a pesar de la testarudez del capitán.

          Esta novela se divide en cuatro partes: 1ª.-Heridas en el cuerpo; 2ª.-Vida del hombre malo; 3ª.-Heridas en el alma, y 4ª.-De potencia a potencia.
          El relato se caracteriza por las descripciones humorísticas, como vimos al tratar sobre El sombrero de tres picos (ver entrada anterior a ésta); por la duplicidad de parejas (el Capitán Veneno y Angustias, la madre del Angustias y el doctor); por las muchas y variadas situaciones cómicas, llenas de equívocos y enredos; por el contraste entre el carácter agrio del Capitán y dulce de Angustias; por los diálogos siempre vivos y animados, tan propios del arte de Alarcón; por las intervenciones tan agudas del autor («¡Pueden imaginarse los lectores con cuánto gusto se explayaría la pobre mujer en tal materia, a poco que le hurgó don Álvaro!», p. 31), etc, etc. Una bella elipsis temporal y una grata sorpresa cierran el libro de forma magistral…
          Si en El Clavo y en otros relatos de corte fantástico (que los tiene el autor, y muchos, como La mujer alta), Alarcón demuestra ser un autor moderno, precursor incluso del género policial en España, y en El sombrero de tres picos o El Capitán Veneno se acerca al costumbrismo y al relato lleno de golpes humorísticos, en su novela más acabada y famosa en su época, El Escándalo, se aprecia el esfuerzo de Pedro Antonio de Alarcón por mostrarse próximo al realismo, aunque con ciertos rasgos románticos aún presentes.
          El triunfo del Realismo en España vendrá de la mano de don Benito Pérez Galdós, pero eso, queridos amigos, es otra historia de la que hablaremos otro día, si así os parece.
          Un saludo muy afectuoso, amigos,
          y que paséis una feliz semana.
          Hasta pronto.

           

          15 noviembre 2009 Posted by | Artículos, Aula de estudio, Reseñas de libros, Selectividad, Textos expositivos | , , , , | Deja un comentario

          El arte narrativo de Pedro Antonio de Alarcón (1)

          EL ARTE NARRATIVO DE ALARCÓN (1)


          Hace no demasiado tiempo, recibí algunos comentarios en los que se achacaba al blog un preferente y excesivo trato de favor hacia los escritores ingleses y la literatura inglesa, en general. En resumen, que se nos tachaba de ‘anglófilos’, a veces de forma cariñosa, a veces de modo más crítico.

          No seré yo quien niegue esa afición por los autores y obras que conforman las letras inglesas de todas las épocas, y ello es obvio porque el blog entero está dedicado a tres ingleses, o a dos autores de la cultura inglesa y a un anglofrancés.

          Ese gusto por ciertos autores y obras ingleses es innegable, pero no me parece incompatible con mi profundo amor por la literatura de mi lengua materna, patria, principio y fin de cuanto conozco, mundo infinito de palabras e historias, de aquí, en España, hasta el último confín de nuestra amada América latina (aprovecho esta mención para agradecer con todo mi afecto las muchas visitas que este blog recibe desde allí, en particular de Argentina, México, Colombia, Perú, Chile, Venezuela, Ecuador, República Dominicana, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá, Bolivia, Uruguay, etc, etc; no se me enfade alguien de un país no citado: amamos a América toda, con toda su maravilla, y amamos la fecunda cultura americana que aquí en Europa deberíamos conocer mucho más).

          Debido a esa razonable crítica a ‘nuestra anglofilia’ cultural, en desagravio a tantos escritos sobre literatura anglosajónica (?) aquí publicados, voy a iniciar una serie sobre autores y obras españoles e hispanoamericanos, aprovechando, además, aquellas fichas que encontré en su día, y que guardan muchos tesoros de las letras y la cultura que a tantos millones de personas nos unen.

          El azar ha querido que esta semana se celebre el Día del Español (tal vez fuera más preciso decir ‘Día de la Lengua Española’), aunque ignoro por qué justamente en estos días de junio y no en otra fecha. Se podría dar inicio a esta serie con el propio Cervantes, pero la primera ficha que me ha salido al vuelo ha sido la de Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891). Vayamos, pues, con don Pedro Antonio, en un viaje de dos paradas que nos llevará por los caminos del más elegante y divertido romanticismo costumbrista de la España del siglo XIX.

          Nos saltaremos la azarosa y política vida de don Pedro Antonio, por estar al alcance de cualquiera, en múltiples páginas de la Red. Baste decir que nació en Granada, que fue uno de los escritores y periodistas más famosos de su época, que llegó a coquetear con la política (eran muy revolucionarios y activos estos genios del XIX) y que falleció en Madrid, después de legarnos un buen puñado de novelas, cuentos, libros de viajes, ensayos y artículos periodísticos. Su producción literaria es enorme, por lo que aquí nos ocuparemos sólo de cuatro de sus obras más célebres y con justicia celebradas: El Clavo (1857), El sombrero de tres picos (1874), El escándalo (1875) y El capitán Veneno (1881). Estas cuatro narraciones demuestran la sinigual destreza de Alarcón en la pintura de personajes y ambientes, así como su humorismo y su dominio del arte narrativo. Comencemos por El Clavo.

          El Clavo puede considerarse como el primer relato o novela breve de corte policial de la literatura española, por lo que merece doblemente nuestro homenaje. Parece que Alarcón había leído los cuentos policiacos de Poe (fallecido en 1849, y de quien ya tratamos en este blog, en la serie sobre novelas policiales). Esta obrita presenta el que, en mi opinión, es el más ingenioso prólogo de cuantos se hayan podido escribir nunca.

          Tanto es así, que uno se lo sabe de memoria (perdón por el alarde y la inmodestia). Dice el prólogo de El Clavo: «Felipe encendió un cigarro y habló de esta manera: (FIN DEL PRÓLOGO)». Ya está, así de escueto y directo es el prólogo.

          El resto del libro es la historia narrada por este tal Felipe. Estos rasgos de humor y de maestría narrativa abundan en la obra de Alarcón. Felipe, en compañía de su amigo el juez Joaquín Zarco, realizan un hallazgo macabro que da pie a toda la investigación posterior:

          «Andábamos Joaquín y yo dando sacrílegamente con el pie a tantos restos inanimados, ora pensando en el día que otros pies hollarían nuestros despojos, ora atribuyendo a cada hueso una historia; procurando hallar el secreto de la vida en aquellos cráneos donde acaso moró el genio o bramó la pasión, y ya vacíos como celda de difunto fraile, o adivinando otras veces (por la configuración, por la dureza y por la dentadura) si tal calavera perteneció a una mujer, a un niño o a un anciano; cuando las miradas del juez quedaron fijas en uno de aquellos globos de marfil…

          -¿Qué es esto? -exclamó retrocediendo un poco-. ¿Qué es esto, amigo mío? ¿No es un clavo?

          Y así hablando daba vueltas con el bastón a un cráneo, bastante fresco todavía, que conservaba algunos espesos mechones de pelo negro.

          Miré y quede tan asombrado como mi amigo… ¡Aquella calavera estaba atravesada por un clavo de hierro!»

          Este descubrimiento horripilante, digno de un cuento de Poe, será el punto de arranque de la trama narrativa, de corte policial y en ocasiones cercana a lo gótico, por insinuaciones del narrador y por el ambiente fantasmal creado por Alarcón.
          No faltan las diligencias (como vimos en nuestro homenaje a Potocki), ni tampoco faltan los amoríos con damiselas de ojos negros, como salidas de una de las bellas y misteriosas leyendas de Bécquer. Tal vez ya hayáis leído esta novelita, pero si no es así, no debo desvelar más de su argumento, a riesgo de que perdáis el interés por ella.
          Baste decir que es muy recomendable, entretenida y ciertamente ofrece una buena demostración del arte narrativo de este autor, que sabe mantener la intriga y es un maestro del retrato, de los diálogos vivos y de la ambientación misteriosa. Si alguno de vosotros desea leerlo, pinchad en el siguiente enlace, de la Biblioteca Virtual Cervantes.

          Con El sombrero de tres picos (1874), Alarcón alcanza una de sus cimas como autor del romanticismo y realismo costumbristas. Esta es una narración muy distinta a la de El Clavo, en la que nada hay de macabro, ni gótico, ni extraño: todo lo más, burlesco, satírico y muy divertido. Se trata de una historia tradicional y tan vieja como el mundo. La historia de un supuesto caso de infidelidad conyugal, que tiene como protagonistas a la pícara molinera, la hermosa y joven Señá Frasquita, y al contrahecho y malvado Corregidor, ante el estupor y la sorpresa del marido de Frasquita, el tío Lucas. Igual que el relato de El Clavo, esta entretenida y tierna historia de celos y enredos amorosos ha dado lugar a adaptaciones cinematográficas e incluso musicales, como la obra de Manuel de Falla.

           

          Esta novela de Pedro Antonio de Alarcón se caracteriza por la brillantez en las descripciones humorísticas de los personajes; por la simultaneidad de acciones; los diálogos vivos y rápidos como en el teatro; por el subjetivismo y las intervenciones del autor en forma de narrador agudo y admirativo («¡Lástima que no se oyera lo que hablaban!… Pero el lector se lo figurará sin gran esfuerzo; y, si no el lector, la lectora»); por un humor que se refleja hasta en los títulos de los capítulos (como el «XXVIII. ¡Ave María Purísima! ¡Las doce y media y sereno!» ) o por el sabio y medido manejo de los tiempos narrativos, adelantándose a los personajes o retrocediendo en el tiempo hasta un pasado anterior a la acción narrada.

          Hasta que retomemos las fichas con la segunda parte sobre el arte narrativo de Alarcón, como colofón a esta primera entrega, os dejo con la que, a mi modo de ver, es la mejor descripción, el más acabado y fino retrato de todo el libro y uno de los más logrados de la Literatura española. Alarcón nos pinta a la Señá Frasquita, la pícara y guapa molinera, con trazos llenos de cariño, ternura, humor e ironía:

          «La chiquilla de cuatro años, esto es, la Señá Frasquita, frisaría en los treinta… Tenía más de dos varas de estatura, y era recia a proporción, o quizá más gruesa todavía de lo correspondiente a su arrogante talla. Parecía una Níobe colosal, y eso que no había tenido hijos: parecía un Hércules… hembra; parecía una matrona romana de las que aún hay ejemplos en el Trastevere. Pero lo más notable de ella era la movilidad, la ligereza, la animación, la gracia de su respetable mole. Para ser una estatua, como pretendía el académico, le faltaba el reposo monumental. Se cimbraba como un junco, giraba como una veleta, bailaba como una peonza. Su rostro era más movible todavía, y, por lo tanto, menos escultural. Avivábanlo donosamente hasta cinco hoyuelos: dos en una mejilla; otro en otra; otro, muy chico, cerca de la comisura izquierda de sus rientes labios, y el último, muy grande, en medio de su redonda barba. Añadid a esto los picarescos mohínes, los graciosos guiños y las varias posturas de cabeza que amenizaban su conversación, y formaréis idea de aquella cara llena de sal y de hermosura y radiante siempre de salud y alegría».

          También podéis leer esta novela pinchando en el siguiente enlace, de nuevo perteneciente a la Biblioteca Virtual Cervantes.

          Un afectuoso saludo, amigos; pasad un buen fin de semana y hasta pronto.

          15 noviembre 2009 Posted by | Selectividad, Textos expositivos, Textos para comentar, Varios | , | Deja un comentario